jueves, 28 de octubre de 2010

mas cosas que voy encontrando que pense que no estaban terminadas

Amor
Tiene todos los síntomas de una enfermedad: nuestras rodillas empiezan a temblar, y sentimos con un calor incontenible se empieza a propagar por todo nuestro cuerpo, el cual se siente incómodo y confortable al mismo tiempo. Sentimos ese no sé que en el estómago, algunos mariposas volando, yo por mi parte siento que esas mariposas tomaron de más y están vomitando dentro mío. Al mismo tiempo comenzamos a dudar, y como dice la canción hasta el más duro sufre y duda por su causa. Nos hace hacer y decir cosas que ni bajo los efectos de los alcoholes más fuertes diríamos o haríamos, nos brinda una fuerza e ideales tan delirantes que no deberían juntarse en una misma persona, porque eso nunca puede ser bueno. A fin de cuentas el amor es ciego, sordo e idiota porque la gente no se da cuenta pero el amor nos vuelve más, ¿tolerantes? No esa no es la palabra, ¿despistados quizás? Tampoco, la palabra que busco es tontos, o inconscientes, porque seamos sinceros el amor lo puede todo, ¿sino cual es la explicación de la mina linda que sale con el bagarto? Ese “bagarto” le da el amor y la hace sentir como el modelito no podía, o simplemente no le interesaba. ¿Saben que es lo peor de todo, señoras y señores? Que está linda enfermedad aún no tiene cura, así es lo que escucharon, ni los más grandes científicos encontraron una cura para el amor, o al menos una vacuna que logre darlos un segundo de lucidez para tomar la decisión correcta y permitirnos sufrir un poco menos, así que mientras dure esta situación, gocemos, experimentemos, salgamos, ríamonos, permitamosnos amar y ser amados, y también permitamosnos cometer errores, lastimar y ser lastimados, porque todo eso es experiencia que nos fortalece de a poco y nos permite crecer como personas. Aprendamos de nuestros errores que mal que mal vamos a lograr llegar al final de este gran juego de mesa que es la vida, y cuando llegamos a ese casillero que diga “FIN” espero porder regocijarme y sonrier y admitir que a fin de cuentas fui feliz, porque la felicidad no es solo no ser lastimado o tener todo aquello que uno quiere, la felicidad se encuentra en cada detalle, y tenemos que aprender a disfrutarlos y no arrepentirnos de nuestras decisiones

viernes, 15 de octubre de 2010

Con el tiempo comprendí que es mejor sonreírle a los problemas que escudarte tras una máscara de autocompasión. Entendí que bajar los brazos nunca es una opción, que dejar que las cosas te superen es algo inevitable pero superarte a vos mismo también lo es. Que palabras como “me haces feliz” son algunas de las más reconfortantes que se pueden escuchar, que un “te quiero” puesto en el lugar equivocado lastima más que mil “te odio”. Que siempre es más fácil reírte que llorar, que uno es como una casa y que cada persona que te afecta de una u otra persona es un ladrillo, y que cada vez que uno de esos ladrillos se quiebra o se rompe es complicado y costoso volver a armarse, pero se puede. Que la vida es una gran sucesión de ensayos y errores, y que cada cosa por mínima que sea nos afecta de una u otra manera, y que siempre hay que sacar lo mejor de cada situación y lograr aprender y crecer un poquito más con cada evento que nos sucede en la vida.